¿Cómo organizar tu mochila para backpacking?

¿Cómo organizar tu mochila para backpacking?

Mochilear siempre es un buen plan y muchos lo conocen ahora como backpacking, una oportunidad para descubrir nuevos destinos, con bajo coste y con la naturaleza como protagonista. Preparar bien la mochila de senderismo y llevar todo lo esencial, es un básico para disfrutar al máximo la experiencia.

Aprender a distribuir los pesos dentro del equipaje es clave para poder realizar las rutas sin malestar. Para hacerlo, dividiremos la mochila en 4 partes: inferior, medio, superior y bolsillo exterior. Aquí tienes una guía para organizar tu mochila para backpacking.

Parte inferior de la mochila, para lo que no usarás tanto

Seguro que en lo primero en lo que te fijarás para distribuir tu mochila, es el peso, pero hay más elementos a tener en cuenta. La parte de abajo está reservada para esos elementos que no necesitarás durante la caminata, ya sean artículos ligeros o pesados.

Entre los elementos que normalmente se almacenan en este apartado están el saco de dormir, el pijama o elementos para acampar.

Medio de la mochila, donde va lo que más pesa

El medio de la mochila de backpacking, es el lugar idóneo para poner las cosas más pesadas, bien cerca de la espalda. Esto es esencial para conseguir una caminata cómoda y no notar peso de más en la parte superior o inferior de la mochila.

En este apartado se colocan elementos como la cisterna o depósito, la tienda de campaña, utensilios de cocina y la comida que se lleve durante la ruta. Para que estos elementos no se muevan de más durante la caminata, puedes usar ropa adicional para acolcharlos.

Evitar que las cosas se muevan de más en la mochila te ayudará a tener un mayor equilibrio durante la caminata, así que usa esos elementos extra para crear una base sólida. Un truco que siempre funciona es utilizar los calcetines, gorros o bufanda para añadir ese extra de estabilidad entre los elementos.

La parte superior de la mochila, para los imprevistos durante la ruta

Esta parte de la mochila está reservada para colocar esos elementos que puedas necesitar durante la caminata, como mapas, una capa de abrigo extra o el teléfono móvil.

Arriba de la mochila debes evitar poner mucho peso, ya que eso podría restarle equilibrio durante las caminatas. Pero algo que no puede faltar en este espacio es una capa impermeable, por si la lluvia te pilla a medio camino, así no tendrás que desempaquetar todo el equipaje para poder llegar a ella.

Bolsillo exterior de la mochila, para lo que quieras tener a mano

Si la parte de arriba de la mochila es para esas cosas que puedes necesitar durante la ruta en un imprevisto, el bolsillo exterior es para lo que sabes que seguro que utilizarás, pero no quieres llevar en las manos. Gafas de sol, gorra, crema de protección solar... Básicos que necesitarás a medio camino y que quieres tener a mano para evitar desempacar tu equipaje para encontrarlo.

Este es un buen lugar para empaquetar tus sandalias RRAT’s si las quieres usar una vez llegues al campamento. Si optas por el modelo RRAT’s Y-Minimal o T-Minimal tendrás unas sandalias flexibles, ligeras y que apenas ocupan espacio, ideales para descansar los pies en el campamento después de una larga caminata.

Si tienes en cuenta esta distribución, conseguirás que tu equipaje se mantenga estable durante todo el camino y, además, tendrás todos los básicos a mano. Lo más importante es priorizar esos elementos que sabes que utilizarás durante tu viaje, ya sea cuando estés en ruta, como acampando.

¿Qué no puede faltar en tu mochila para backpacking?

Son muchos los que apuestan por la comodidad para dejar descansar los pies en el campamento con sandalias barefoot, como las Y-Minimal de RRAT’s. Estas sandalias dejan libertad total a los pies gracias a su ancho especial. Además, cuentan con un ajuste de dedo ideal para adaptarse a las necesidades de cada pie.

Unas sandalias minimalistas para usar en cualquier momento con una suela fina de alta calidad, certificada por la marca Vibram. Su diseño con Drop 0 y sus cintas ajustables consiguen un uso cómodo incluso después de una larga caminata. Además, al ser tan flexibles y finas, apenas te robarán espacio en la mochila, así que lo tienen todo para convertirse en tus compañeras de viaje.