Caminar por la montaña, estar rodeado de naturaleza, de los animales salvajes y de todos sus beneficios es relajante, tranquilizador y nos ayuda a desconectar del mundo.
Está claro que la pureza de la montaña nos aporta muchos beneficios para la salud a parte del ejercicio que realizamos mientras caminamos por ella. Estar en contacto con la naturaleza te ayuda a reducir el estrés y la tensión, a pensar con claridad mientras conectas con ella y contigo mismo.
En RRAT’s queremos que tengas la mejor experiencia posible en tus caminatas, así que en este blog te vamos a dar 10 consejos esenciales para una caminata segura en la montaña.
1. Vístete por capas
Ya vayas en verano o en invierno, es muy importante estar preparado a los posibles cambios de temperatura.
No hace falta ir con piezas de ropa muy gruesas, lo mejor es ir con varias prendas finas y técnicas, ocupan poco espacio y son de secado rápido. Esto será de gran utilidad si se pone a llover o si sudas, no tendrás que preocuparte por ir con la ropa mojada durante toda tu caminata.
Por otro lado, es mejor evitar las prendas anchas, puesto que las características técnicas de los tejidos pierden facultades y es más fácil engancharse con ramas. Así que opta por prendas que te queden ajustadas, eso sí, sin perder la movilidad.
2. Utiliza el calzado adecuado para la ocasión
Aunque no lo parezca, usar un calzado óptimo para realizar caminatas fáciles o difíciles marca la diferencia a corto y largo plazo. Por lo que, si vas a hacer una caminata tranquila y sin mucha dificultad, te recomendamos las sandalias RRAT’s Y-Gravel. En cambio, si vas a hacer una caminata por terrenos técnicos y complicados, tu mejor opción va a ser las sandalias de montaña RRAT’s Y-Mountain.
Ambas sandalias disponen de las suelas Vibram, la marca pionera en suelas técnicas para montaña. Estas ofrecen un gran agarre y tracción al terreno, durabilidad gracias a sus materiales de alta calidad y comodidad por su adaptabilidad a las pisadas.
3. Los bastones para caminar
Los bastones son una excelente herramienta en caminatas complejas y descensos para ayudarnos a descargar parte del peso de nuestras articulaciones, además de ayudarnos con la estabilidad y darnos un extra de impulso en las subidas.
Pero hay que tener en cuenta que por muy fácil que parezca usar los bastones, no solo es agarrarlos, apoyarnos en ellos y caminar. Si no se hace de la manera correcta, todo el peso puede recaer en las muñecas y provocarnos una lesión.
Para los terrenos llanos, se deben agarrar los bastones en un ángulo de 90º respecto al suelo. El agarre debe ser sin presión, de forma relajada, dejando que se balancee un poco la empuñadura. No es necesario agarrar el bastón con fuerza cada vez.
Si tu bastón es ajustable, en los ascensos es recomendable reducir la longitud 5 o 10 centímetros, en cambio, en los descensos se debe aumentar esa longitud.
4. Pasos cortos en las subidas
Dar pasos cortos en las subidas es un buen método para evitar cansarnos en exceso antes de llegar a nuestro destino. No hace falta ir extremadamente despacio, pero debemos evitar acelerar el paso y mantener un ritmo constante durante toda la caminata, adecuado a tus capacidades y estado físico.
No hay prisa en llegar a la cima, así que tómate tu tiempo, respira hondo y disfruta de las vistas que te regala la naturaleza.
5. Cambia la posición de apoyo
Es muy fácil que nuestras piernas empiecen a doler cuando llevamos un buen rato subiendo una cuesta, por lo que darles un respiro de vez en cuando nunca va mal.
Modifica la posición del pie de vez en cuando para modificar ligeramente la pisada para trabajar otros músculos y no sobre forzar los gemelos. Ladea los pies un poco para repartir la carga a otros músculos y sentir un alivio inmediato en las partes sobrecargadas.
6. Usa mochilas con sujeción lumbar
Por muchas mochilas que tengamos en casa, una mochila con sujeción lumbar será mucho mejor que una que solo se sujeta por los hombros. ¡Permítete disfrutar de la caminata!
Aunque no lo parezca, las mochilas que tienen sujeción extra en lumbares y/o caderas ayudan a que el peso de tu mochila se distribuya y no recaiga todo en los hombros. Si además guardas bien todos tus esenciales y repartes el peso, te vas a olvidar de que la llevas puesta.
Hay muchos tipos de mochilas con este tipo de sujeción, escoge la que vaya acorde con tus necesidades y diviértete en tu aventura.
7. Mantente hidratado
La hidratación es fundamental en todas las caminatas, por lo que debemos tener a mano nuestra bebida en todo momento. La mejor opción es llevar una cantimplora que permita beber sin necesidad de quitarte la mochila.
Respecto al tipo de bebida, siempre se debe llevar por lo menos litro y medio de agua y, si la caminata va a ser larga, debemos llevar alguna bebida isotónica para reponer electrolitos, líquidos y energía. Esto permite al cuerpo reponerse mucho más rápido, eso sí, debemos combinar las bebidas isotónicas con una alimentación equilibrada y una hidratación adecuada antes, durante, y después del ejercicio físico.
8. Snacks siempre a mano
A muchos nos ha pasado de quedarnos sin energía en el peor momento de la caminata, justo cuando vamos por la mitad o en el tramo final. ¿Quieres un truco? Lleva contigo pequeños snacks como barritas energéticas, frutos secos o alguna fruta.
Estos alimentos nos van a dar un extra de energía para que podamos dar el empujón final hacia nuestro destino.
Así que, para que no tengas que hacer una parada larga y tener que rebuscar en la mochila, lo mejor es llevar los snacks igual que la bebida, a mano, ya sea en los bolsillos de tu pantalón o en algún bolsillo exterior de la mochila.
Eso sí, si tienes pensado hacer una caminata larga que dure todo el día, te recomendamos que para comer hagas una parada de unos 15 o 20 minutos y que comas alimentos ligeros y que aporten energía, como un bocadillo y fruta.
9. Protégete del frío y del sol
Las caminatas con tiempos “extremos” en invierno o en verano, pueden ser un factor fundamental a la hora de disfrutar nuestra aventura. Por lo que debemos protegernos del frío y del calor adecuadamente.
Si lo que vamos a hacer es una caminata en verano, no nos podemos olvidar de ponernos crema solar por todo el cuerpo, sobre todo en cara, cuello y hombros. Asimismo, una gorra o sombrero para protegernos del sol y contra los rayos ultravioleta será tu mejor aliado para evitar quemaduras, sufrir una insolación o golpe de calor.
En invierno también es recomendable llevar una gorra o gorro para protegernos del frío, además de unos guantes ligeros, una braga de cuello para proteger la cara y cuello del frío y ropa térmica.
En el caso de que lleves tus RRAT’s en invierno, asegúrate de traer contigo calcetines térmicos para mantener tus pies calientes.
10. Paradas cortas para un mejor rendimiento
No estamos diciendo que no puedas parar a descansar o a contemplar el maravilloso paisaje que te rodea, sino que es preferible hacer pequeñas paradas y, cuando las hagas, ya sea para comer o descansar un rato, que no sobrepasen los 15 o 20 minutos, ya que luego nos puede costar más coger el ritmo que llevábamos.
Después de estos 10 consejos para que tu caminata sea segura, ¿te sientes preparado/a para arrancar una nueva aventura?